Nada Permanece solo permanece la Impermanencia

Nada permanece, todo esta en movimiento continuo, por eso el viento no se detiene al atravesar las copas de los árboles acariciando las hojas, el ritmo lo marca el sonido que deja en cada uno, escucha un día el sonido que hace el viento en las hojas de los árboles y sentirás que en ninguno es igual.
El tiempo transcurre y todo se va transformando en forma de ciclos, primavera, verano, otoño invierno y de nuevo primavera, como la película (que recomiendo que vean) así son los ciclos de la vida que en pequeño se suceden.
Muchas veces entramos en esos ciclos de subidas y bajadas emocionales, como ondas que pueden ser muy altisonantes o en el mejor de los casos armónicas, cuando estés emocionalmente en un microclima de bajada, no desesperes ya ha de pasar, porque como me ha enseñado mi Maestro: si no pasara quién aguantaría todas las circunstancias, todo pasa, si el mar siendo paciente deposito hace millones de años la simiente para que se desarrollara la vida en la tierra, porque nosotros en nuestra fugacidad desesperamos.
Nada permanece, todo se transforma, lo que hoy nos parece desagradable, mañana podemos encontrándole el lado positivo, porque todo lo tiene en la bondad y la belleza, puede trasformarse en agradable. Por supuesto siempre y cuando sea bello y no grotesco como muchas actitudes de esta sociedad en las cuales estamos inmersos.
Toda transformación implica un cambio, a veces caótico pero a través del caos se aprende a encontrar el cosmos, la armonía (equilibrio no me gusta porque me parece rígido) del que danza, aquellos que hacen danzas saben a que me refiero, por eso las diferentes culturas le danzaban a la Naturaleza, imitando sus movimientos, matices; para hermanarse con ella, como San Francisco de Asis: “hermano sol, hermana luna, hermano lobo, hermano árbol…”, otras culturas danzaban a las estrellas imitando sus movimientos, pues en su memoria guardada se hallaba el Origen del cual provenimos.
Nada permanece todo se transforma, así debemos comprender y comprendernos para danzar en las aguas del si mismo, saliendo de las nubes para entrar en las Noures (como las llamaba Pietro Ubaldi) para entrar en el Nous en el Nosotros, cuya conciencia unitiva nos habilita, nos da la habilidad para transitar libres y no esclavos de nosotros, de nuestros pensamientos; de nuestras acciones .
Aprendamos a salir de estos estados negadores con la fe y la esperanza de ser Hijos del Supremo, y aquí no importa el credo, porque todos tenemos el mismo credo, incluso el ateo, que no cree en Nada pero como la Nada es Todo en algo cree.
En la Luz y en el Amor se encuentra la salida búscala no fuera sino dentro de ti mismo y luego proyéctala como una lámpara que penetra en una habitación a oscuras desde hace milenios.
Que la Luz del Espíritu este en Ti, este en mi, este en Nosotros.
Nada permanece solo permanece lo impermanente así nos lo ha enseñado Oscar Carlos Badolato nuestro guía y Maestro.