En la Naturaleza están todos los símbolos para nuestro bien-estar. Solo debemos afinar el selector de nuestra radio interior para encontrar allí todo lo que necesitamos y poder plasmarlo.
Por ejemplo: una rosa en forma de capullo en un instante mágico abre sus pétalos a los rayos del Sol, para que ingrese la energía del astro Rey. Este que cumple su acción amorosa de dador de luz y por correspondencia de energía, es el generador de la vida tal cual lo conocemos hoy en día; por eso los egipcios lo divinizaron como Ra cuyos rayos descendían hacia todo lo que habita en este planeta, pero además representa a la energía cósmica que penetra por la testa del ser humano para iluminar los pensamientos.
Por eso como decía al igual que la rosa debemos trabajar para abrir la mente, para que ella se expanda hacia todas las direcciones y dimensiones porque en el Todo estamos y no nos damos cuenta, muchas veces nos autonegamos y perdemos la oportunidad de viajar en la luz que habita en nuestras profundidades y que debe emerger, esa luz perfuma nuestro ser cuando así lo decretamos.
Pon sobre ti al Sol del mediodía (visualízalo con los ojos cerrados) y observa como sus rayos penetran por el coronario (la mollera) y bañan el bosque de las neuronas, transformando tu estado, respira en profundidad como si estuvieras respirando perfume de rosas y déjate llevar por la experiencia de sentirte VIVO, VIVA.
Por ejemplo: una rosa en forma de capullo en un instante mágico abre sus pétalos a los rayos del Sol, para que ingrese la energía del astro Rey. Este que cumple su acción amorosa de dador de luz y por correspondencia de energía, es el generador de la vida tal cual lo conocemos hoy en día; por eso los egipcios lo divinizaron como Ra cuyos rayos descendían hacia todo lo que habita en este planeta, pero además representa a la energía cósmica que penetra por la testa del ser humano para iluminar los pensamientos.
Por eso como decía al igual que la rosa debemos trabajar para abrir la mente, para que ella se expanda hacia todas las direcciones y dimensiones porque en el Todo estamos y no nos damos cuenta, muchas veces nos autonegamos y perdemos la oportunidad de viajar en la luz que habita en nuestras profundidades y que debe emerger, esa luz perfuma nuestro ser cuando así lo decretamos.
Pon sobre ti al Sol del mediodía (visualízalo con los ojos cerrados) y observa como sus rayos penetran por el coronario (la mollera) y bañan el bosque de las neuronas, transformando tu estado, respira en profundidad como si estuvieras respirando perfume de rosas y déjate llevar por la experiencia de sentirte VIVO, VIVA.